Medicina y Psicología
Estamos en una sociedad con cierta tendencia a “psicologizar” las vivencias. Con la tiroides, pasa algo así. Los términos utilizados por los psicólogos han trascendido a la cultura popular, y todos tenemos a mano las palabras estrés, ansiedad, depresión… La inteligencia intrapersonal, es decir, ese autoconocimiento de lo que sentimos y tememos, es una herramienta poderosa que nos ayuda a enfocar problemas de nuestra vida y guiarnos hacia una solución.
Sin embargo, al no ser psicólogos ni médicos, en ocasiones podemos atribuir a la ansiedad o la depresión síntomas que se deben a una disfunción orgánica. Esto es especialmente frecuente en el caso de la glándula tiroides, ya que la glándula tiroides participa en multitud de procesos y funciones de nuestro organismo y en consecuencia también en los procesos cognitivos.
Hipertiroidismo
Un exceso de hormona tiroidea – hipertiroidismo – acelera nuestro metabolismo y puede asociarse a un aumento de la ansiedad, insomnio, nerviosismo, hiperactividad o agitación mental.
Hipotiroidismo
En el otro extremo, niveles bajos de hormona tiroidea – hipotiroidismo – pueden generar un estado de ánimo triste, melancólico y similar a la depresión, así como somnolencia, problemas de atención y concentración, alteraciones de la memoria y lentitud mental (principalmente dificultades de cálculo). Sin embargo la lentitud, el letargo y la somnolencia, no se presentan en todos los pacientes hipotiroideos En algunos puede aparecer irritabilidad, inquietud e insomnio. Esta sintomatología puede desorientar al médico, que puede pensar en una situación de ansiedad y tratarla con tranquilizantes o ansiolíticos.
Depresión y tiroides
Existen casos diagnosticados de depresión en los que se dan alteraciones, muchas veces de tipo subclínico, en la función del tiroides. La posibilidad puede ser más alta en la enfermedad bipolar. Por esto motivos, sobre todo en pacientes con síndromes depresivos resistentes al tratamiento, sobre todo mujeres, resultaría interesante realizar un screening de hipotiroidismo o hipotiroidismo subclínico.
Tiroides y nutrición
A nivel de nutricionista, cuando un paciente con hipotiroidismo acude a la clínica, son muchas las preguntas que se hace y pocas las respuestas, obviamente porque nadie ha parado a explicárselas. Saben que tienen una patología denominada hipotiroidismo, pero no saben nada más, entonces ellas te preguntan lo siguiente:
¿Por qué tengo yo hipotiroidismo? ¿Qué síntomas se pueden dar para poder yo identificar que tengo hipotiroidismo? ¿Qué tratamiento a nivel nutricional me puede ayudar para mejorar mi patología?….
La glándula tiroidea
La glándula tiroidea o la tiroides, se encuentra por debajo de la laringe, por delante de la tráquea y a ambos lados de la misma.
El tejido tiroideo está compuesto por folículos. Estos folículos son como sacos circulares pequeños que están revestidos por células que producen hormonas tiroideas. La función primaria de la tiroides es producir, almacenar y liberar cantidades suficientes, cuando el organismo lo requiera de las dos hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas son muy importantes para la regulación del metabolismo corporal, son esenciales para el desarrollo y diferenciación adecuada de todas las células del cuerpo humano. Estas hormonas también regulan el metabolismo de macronutrientes como son las proteínas, grasas y carbohidratos, afectando a cómo las células humanas usan los compuestos energéticos. También estimulan el metabolismo de las vitaminas. Si la glándula tiroides se encuentra hipoactiva, es decir, no produce suficientes hormonas tiroideas, los procesos metabólicos son más lentos, el cuerpo se ralentiza y se dice que se tiene hipotiroidismo.
¿Por qué tengo hipotiroidismo?
Una persona puede tener hipotiroidismo por múltiples factores, siendo la causa más común el hipotiroidismo primario, es decir, la falta de yodo en la dieta, pero también se puede diagnosticar hipotiroidismo por enfermedades del sistema inmunológico, inflamaciones del tiroides (tiroiditis), enfermedades causadas por tumores…
Síntomas de los problemas de tiroides
La sintomatología es muy variada, se puede dar sintomatología en diferentes aparatos y sistemas y debido a ello a veces pasa durante el tiempo de manera desapercibida. Cada persona manifiesta su déficit de yodo de manera diferente, dependiendo de la persona, de la causa, del grado de afectación tiroidea, de la evolución de la enfermedad…Aún así los síntomas más característicos son: debilidad, calambres musculares, cansancio, somnolencia, irritabilidad, sordera, depresión, aumento de peso, estreñimiento, alteraciones de ciclos menstruales, disminución de la frecuencia del latido cardiaco, intolerancia al frio, piel seca, áspera y rugosa, frecuentemente con aparición de un color amarillento debido a la acumulación de carotenos, cabellos secos, hinchazón de parpados y cara, ronquera o faringitis persistente. Por este motivo, en función de qué síntomas predominan, pueden pedir ayuda antes a la consulta de un psicólogo, de un nutricionista o de un médico.
Hormonas tiroideas
Las hormonas secretadas por la tiroides son tres; tiroxina (T4), triyodotironina (T3), siendo estas dos las hormonas tiroideas y la calcitonina. Tu nutricionista te explicará que la tiroides no funcionara correctamente, y por lo tanto no se formaran nuestras hormonas tiroideas, sin el aporte de yodo. El diagnostico se realiza normalmente por mediación de la TSH (Hormona estimulante de la tiroides) y la T4. En una paciente con hipotiroidismo, en su analítica, normalmente los valores de la TSH estarán aumentados y los valores de la T4 disminuidos.
El yodo es un elemento químico, que se necesita en el cuerpo, pero que este no se puede sintetizar en el organismo, por lo tanto tiene que venir del aporte de nuestra alimentación. Podemos vivir sin muchos elementos, pero no podemos vivir sin yodo. Esa es la razón por la que muchos países la incorporan a la sal de mesa con el nombre de “sal yodada”. Es una manera simple y económica de evitar daños mayores en aquellas zonas donde se carece de este elemento….
Yodo y alimentos
Aquí es donde tu nutricionista puede ayudarte en tu problema de tiroides. El yodo se encuentra en cereales, huevo, carne, verduras como las espinacas, brócoli, ajo, cebolla,..pero fundamentalmente la cantidad más relevante y que por lo tanto, nos va a prevenir contra el hecho de padecer hipotiroidismo es el pescado marino, marisco y las algas marinas.
¿Cuáles son las cantidades de yodo que debe de tomar una persona?
El Consejo Internacional para el Control de los Trastornos por Deficiencia de yodo (ICCID), la organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef emitieron las siguientes cantidades diarias recomendables en microgramos (µg) de yodo:
- Niños de 0–7 años de edad: 90 µg/día.
- Niños de 7–12 años de edad: 120 µg/día.
- Mayores de 12 años de edad: 150 µg/día.
- En el embarazo y la lactancia: 200 µg/día.
Para más información sobre cómo el hipotiroidismo afecta a tu estado de ánimo y estado nutricional, consulta con tu psicólogo o tu nutricionista.
Fuente: Apai — Atención psicológica