Motivada por su espíritu de servicio y siempre en busca de ayudar a los demás, Mónica Badillo Hurtado decidió elaborar alimentos sin gluten, para quienes padecen la enfermedad celíaca.
Estudió hasta el quinto semestre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guanajuato pero, al darse cuenta de que no era lo suyo, cambió de giro y de universidad, optando por Politécnico de Guanajuato, ahora Icon University.
“Me sentía frustrada en Leyes, fue entonces cuando decidí estudiar Gastronomía para hacer felices a las personas. Todos comen y en las celebraciones siempre hay comida”.
Durante tres años trabajó en hoteles de renombre en la Riviera Maya, pero después se enfermó y tuvo que regresar a León.
“En lo que me recuperé empecé a dar clases de cocina en la casa de mis papás, pero no era nada fijo. Cuando salí de la enfermedad entré a trabajar en un restaurante, pero cerró a los tres meses y no sabía qué hacer”.
Justo cuando atravesaba por esta situación de desempleo, su tía Laura Badillo, presentaba problemas de salud debido al consumo de alimentos con gluten. Visitó a nueve especialistas y ninguno se lo diagnosticó.
Fue hasta que Mónica le empezó a preparar alimentos sin gluten, cuando la salud de su tía mejoró.
“Recuerdo que me dijo, hazme un pan sin gluten, no era tan sencillo encontrar los insumos, pero me puse a leer e investigar y durante tres meses hice pruebas hasta que me quedó bien todo lo que preparaba”.
Esto para ella fue un reto y un área de oportunidad, pues se dio cuenta de que en México y especialmente en León, no hay suficientes personas interesadas en el tema.
Es así como su proyecto, “La Tía Celia” (“La” por su tía Laura a quien le llaman así y “Celia” por Celíaca), nace el 12 de marzo de 2013.
El objetivo del proyecto es concientizar, sensibilizar y alertar a la población sobre la enfermedad, sus síntomas, cuidados y también necesidades.
Otro de los fines es hacer que quienes padecen celiaquía no se sientan desplazados o relegados por su dieta especial.
Al detalle…
 Entre tres y cinco de cada 100 mexicanos padecen la enfermedad celíaca, pero sólo el 9% de ellos está diagnosticado.
 Mónica ha impartido pláticas en el Colegio de Nutriólogos de León, en CAISES Silao para staff y público en general del Centro de Salud.
 Es socia co-fundadora de Celíacos de México A.C.
 En el restaurante Patio Andaluz ya se elaboran alimentos sin gluten, gracias a una capacitación que les brindó.
Gluten
Es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y sus derivados y probablemente en la avena. El gluten carece de valor nutricional, pero tiene un alto valor tecnológico. Es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, confiriendo la consistencia esponjosa de panes y masas horneadas.
Enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una condición del sistema inmune en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña su intestino delgado.
Tratamiento
Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida.
El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.
Diagnóstico
No siempre se puede establecer un diagnóstico clínico o funcional de la enfermedad celíaca. Por ello, para el diagnóstico de certeza es imprescindible realizar una biopsia intestinal. Dicha biopsia consiste en la extracción de una muestra de tejido del intestino delgado superior para ver si está o no dañado. Para realizar esta prueba es necesario que no se haya retirado el gluten de la dieta.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.
Fuente: am.com.mx — nota de Montserrat Regalado del 20 de agosto 2016.-