En los primeros días de enero, me gusta leer y encantada con el regalo recibido por María Alejandra y Sandra Carina, comencé de prisa, pero me detuve en las primeras hojas.
El relato de Melania Lorena Cadaglio, “La vida es un espejo”, me trajo recuerdos.
Ella, es maestra de una escuela rural en Argentina, ayudó mucho a uno de sus alumnos celíacos y a su familia en la alimentación y a tener una mejor calidad de vida.
Al tiempo, se encontraron en una instancia de la Asociación donde había una reunión de personas celíacas, Melania al tiempo, fue diagnosticada celíaca.
Su relato termina con esta frase
¨No se puede hacer gran cosa respecto a la longitud de la vida, pero si se puede hacer mucho por su alcance y profundidad. Sin olvidar que la vida es un espejo.. y muchos de nosotros podemos vernos reflejados en el otro, sin saber cuándo, ni como.”
Esto me hizo pensar la primera vez que escuché sobre una niña celíaca, hará más de 22 años … lo vi como algo tan lejos y tan como “de otro planeta”. Doce años después, fui diagnosticada celíaca, así empezó un nuevo estilo de vida.
Hoy, sin duda hay más opciones que desde aquel entonces, que aquella niña no podía comer nada y casi no se sabía lo que era.
En estos últimos dos años, hubo muchísimos diagnósticos de celiaquía en todo el mundo. Esto ha llevado sin duda a que cada uno pueda verse espejado en el otro.
Asumir, apoyarse y compartir entre todos, sigue siendo la mejor manera de transitar este nuevo camino a un estilo de vida diferente. Y si, a todos nos puede tocar lo que sea “La vida es un espejo”.
Gracias Melania por tu testimonio.
Acercándonos (otra manera de saborear el mundo)
Asociación de Celíacos de Entre Rios.
Compiladoras
María Alejandra Blanc y Sandra Carina Sione,