Este es un artículo escrito por un psicólogo español el año pasado, puede causar diferentes reacciones en quien lo lea.
Los celíacos no son personas normales. Es verdad. Por mucho que nos empeñemos no podemos normalizar a los celíacos. .…. podemos encontrar más productos sin gluten en ámbitos nunca antes trabajados como por ejemplo el sector deportivo del gran consumo o de alto rendimiento.
Pero a veces dudo de si realmente Djokovic les ha hecho un favor a los celiacos o no. Con todo el “postureo deportivo sin gluten que me va a ayudar a mejorar mi rendimiento” se pueden observar escenas surrealistas como… Sin gluten por favor, bueno si tiene un poco no pasa nada… Yo no soy celíaco, solo un poco intolerante… A veces me sienta mal el gluten y lo elimino de mi dieta entre semana… Bueno, si solo tiene trazas no te preocupes que no es grave… O todo sin gluten, pero no renuncio a una cervecita fresca con unas tapas…
Ante este panorama la desorientación de los establecimientos hoteleros y de restauración esta servida… En primer lugar creen que no hace falta ser tan estricto ya que reciben mensajes de los propios usuarios que indican que no pasa nada si hay un poco de gluten. En segundo lugar porque hay que sumarse a la moda de servir comida sin gluten para captar nuevos clientes a cualquier precio, incluso a pesar de que no hayan recibido formacion especializada o no controlen aspectos tan importantes como las trazas. Y en tercer lugar no saben si quien tienen delante es un celiaco, un semiceliaco, un celiaco a ratos, un snob, un intolerante o un friky… Por lo que se ha perdido el respeto a la gravedad de los problemas que pueden tener las personas con una genética que provoca que sus anticuerpos reaccionen contra el gluten lesionando el intestino.
Pero el problema de todo esto es que al final, quien tiene dolor de barriga, quien tiene problemas en la piel, quien no se levanta del wc en toda la noche, quien vomita hasta la primera papilla, quien se esta lesionando el intestino y quien puede sufrir multitud de problemas de salud asociados a este trastorno multiorganico es el celiaco que no ha elegido serlo, ni lo es por moda, ni por quedar cool.
Tengo que decir, no obstante, que afortunadamente, no todos los establecimientos son así, ya que puedes encontrar ejemplos de respeto y rigor en el tratamiento del gluten conscientes del daño que pueden provocar.
Así que volviendo al tema que nos ocupa… ¿Cómo van a ser normales? Si observas a un celíaco en acción es fácil creer que sufre de un trastorno paranoico. ¿El aceite es nuevo? ¿Los utensilios están limpios? ¿Has descontaminado la zona? ¿La salsa esta etiquetada? ¿Y las trazas? Esos pequeños diablos descontrolados que se cuelan por todos lados…
¡Pues no! No son paranoicos, tan solo quieren asegurarse de que no se encontraran mal. No son clientes exigentes, son personas normales que quieren poder comer fuera de casa sin encontrarse mal.
¿Normales? Vaya… ¿He dicho normales? ¿Cómo va a ser normal alguien que no puede ir al primer restaurante que ve por la calle? ¿Cómo va a ser normal alguien que tiene que llamar a un hotel antes de ir para confirmar que puede comer sin gluten? A pesar de que cuando llegue al hotel, a más de 3.000 kms de su casa y situado en medio de la nada, se de cuanta de que le han dicho que si, pero que en realidad ni saben ni quieren darle de comer sin gluten. ¿Cómo va a ser normal alguien que tiene que irse de un restaurante que dice que tiene una carta sin gluten cuando ve un letrero que indica que no controlan las trazas? ¿Cómo va a ser normal alguien que cuando va a comer con clientes solo puede pedir una ensalada y un pollo a la plancha esperando que no estén contaminados para no llamar la atención en exceso?
¿Qué? ¿A que los celiacos no son normales? Por mucho que se empeñen los celíacos, no son normales, que no, que no me vais a convencer. ¡Los celiacos son personas extraordinarias!
¿Te imaginas lo que es tener que convivir con unas expectativas frustradas tres veces al día? ¿Te puedes hacer la idea de lo que es pasar por delante de una apetitosa parada de gofres, sentir su dulce y atrayente olor y no poder probarlos? ¿Te lo imaginas? ¿Te imaginas lo que es tener que buscar un restaurante, someterlos a un interrogatorio y al final cruzar los dedos esperando que no te hayan engañado? ¿Te imaginas lo que es descubrir una nueva variedad de galletas sin gluten, pagar un dineral por ellas y que cuando las pruebas te das cuenta de que no son como aquellas que recuerdas de tu infancia? ¿Te puedes hacer la idea de lo que es no disponer de un pan digno para comerte un bocadillo en una excursión?
Los celíacos son seres excepcionales, ya que además de batallar contra la intolerancia, tienen que batallar contra los falsos mensajes que lanzan los pseudocelíacos, el estigma social, la frustración continua y el excesivo y desproporcionado coste de los productos sin gluten.
Así que queridos amigos, no intentéis normalizar a los celíacos, el trabajo esta en intentar normalizar las situaciones con las que se va encontrar un celíaco de los de verdad.
Una cosa más… Queridos amigos celíacos, tenéis mi respeto y admiración en el día del celíaco… día que debería ser cada día, no solo una vez al año.
Fuente: www.elperiodico.com Miércoles 27 de mayo de 2015.-
Artículo de Tomás Navarro, Psicólogo, dedicado a la psicología, la consultoría, la formación y la divulgación.