Clásicamente se describe que los pacientes con Enfermedad Celiaca (EC), especialmente los niños, presentan irritabilidad, así como frecuentes cambios de humor en el estado de ánimo.
Un niño celíaco sin tratar puede presentar apatía (desinterés o decaimiento) con irritabilidad y llanto fácil y ansiedad aumentada. Esto, sin embargo, puede desaparecer una vez iniciado la Dieta Sin Gluten (DSG).
Además, pacientes celíacos que han estado en contacto con gluten han manifestado estados de tensión, irritabilidad, depresión, e incluso, pérdida de la concentración afectando su desempeño en la vida diaria.
El origen del cuadro depresivo en la EC se ha relacionado tanto con la deficiencia de ciertas vitaminas (sobre todo B6 y triptófano), como con trastornos inmunológicos.
Los valores de los metabolitos de la dopamina, serotonina y noradrenalina, se han visto disminuidos en el líquido cefalorraquídeo y esto podría explicar una alteración de las redes neuronales implicadas en el humor.
En niños y jóvenes, la mayor parte de esta sintomatología desaparece por completo después de la instauración de la DSG, pero la mejoría es menor en los adultos, que por lo general, necesitan tratamiento farmacológico asociado durante un cierto tiempo. Por ello, la asociación de EC con depresión en el adulto no está clara como una variable independiente de otras condiciones clínicas.
Si se descubre la EC ya de adulto y no se apoya adecuadamente su tratamiento dietético con apoyo psicológico, se puede generar una gran frustración, sobre todo en quienes no tenían restricciones en su dieta anteriormente y también en aquellos que no se han informado lo suficiente sobre las consecuencias de la ingesta de gluten.
Entre los pacientes con EC existe controversia en cuanto a la asociación con el autismo y desórdenes de la atención e hiperactividad en niños y adolescentes, aunque hay evidencia de mejoría de los síntomas de ansiedad con la DSG no así en el resto de las manifestaciones.
Este texto es un extracto del artículo escrito por el prof. Federico Argüelles Martín, de la Un. Gastroenterología Pediátrica de Hosp. Univ. Virgen Macarena de Sevilla y el Dr. Cristóbal Coronel Rodríguez del Centro de Salud “Amante Laffón” de Sevilla, para la Revista MAZORCA Nº48.
Fuente: Face, nota agosto 2017.-